HIYAB_LEMA_BR

  • «…entró, se quitó el velo y se mostró como si fuese una estrella refulgente»
  • Las Mil y Una Noches

El término hiyab (en árabe, حِجَاب iŷāb) procede de la raíz aŷaba, que significa “esconder”, “ocultar a la vista” o incluso “separar”: da lugar también a palabras como “cortina” o “pantalla”, y por tanto su campo semántico es más amplio que el del castellanovelo“.

El velo, término tan manoseado hoy en día, como bien indica su definición, es un símbolo multicultural, capaz de transmitirnos infinitos mensajes, más allá de la burda interpretación interesada de aquello que oculta, aquello que margina. El velo, o hiyab, es mucho más, tejido que esconde, oculta a la vista, o separa, es también cortina o pantalla, con toda la repercusión de términos tan arquitectónicos. Cortina con infinitos grados de transparencia que hacen del ocultamiento una cuestión relativa; pantalla, que bien puede ocultar— si nuestra mirada obtusa aspira a leerlo así—pero también puede sugerir, o mostrar los encantos que nos esperan tras el mismo, la encantadora actitud de la sorpresa, o la exhibición de una riqueza interior o exterior que se nos desvela ténuemente, poco a poco, eludiendo la voracidad de la prisa, donde ese medir el tiempo, ese recrearse con la sensación paulatina, ese vivir erótico de la arquitectura, se carga de poesía frente a una actitud pornográfica que todo nos lo muestra y que nos impacta bruscamente. No ver, ver poco a poco o ver la totalidad, son opciones, son experiencias diversas por las que el Ser Humano, y la Arquitectura, deben poder optar. Ante erótica y pornografía arquitectónica, por qué no optar en este caso por la primera: la sugerencia de un velo que todo lo cubre, tamizando la luz y los colores hacia el interior, proyectando sombras o exhibiendo formas, luces, imágenes y símbolos hacia el mundo exterior que observa, y que, cautivado, una vez lo sortee, descubrirá un mundo interior, que es suyo también: el Mundo de la Arquitectura.

El velo se utiliza aquí también como símbolo, ese símbolo de la aceptación y de la multiculturalidad, musulmanes, judíos, cristianos… toda la humanidad ha convivido con velos, todas las opciones culturales lo han hecho suyo en algún momento, como un día, la ciudad de Córdoba, fue sentida como propia por un crisol cultural del que aún mucho queda por aprender.

EL COLEGIO Y EL MUNDO EXTERIOR: INTERACCIÓN Y SENSIBILIZACIÓN

Entre las misiones del Colegio de Arquitectos, destaca su papel de mediador entre Arquitecto y Sociedad, tratando de establecer el máximo número de vínculos a fin de fomentar en la última una mayor sensibilidad arquitectónica. En ese sentido es preciso que el Colegio se abra al público en general, que lo introduzca en múltiples actividades de carácter cultural, proyecciones audiovisuales, conferencias, exposiciones, incluyendo en esta apertura la posibilidad de acceder a las fuentes documentales, haciendo de la biblioteca, o la sala de proyecciones, espacios populares, o convirtiendo a la sala de exposiciones, en un verdadero espacio público de tránsito urbano.

Pero esta apertura, favorecida por los espacios arquitectónicos del edificio colegial y su flexibilidad de horarios que permite el funcionamiento autónomo de cada uno, no parece suficiente, pues, normalmente, captará la atención de aquellos profanos entusiastas de la arquitectura, quizás también del curioso, pero no del indiferente, una gran mayoría que, transitando por la calle, puede no mostrar el interés, o no disponer de tiempo, para adentrarse hacia las entrañas del edificio.

La indiferencia, que conduce al desconocimiento y a la incomprensión, sólo puede ser combatida con el ejercicio del bombardeo informativo, especialmente en un mundo que se maneja a partir de los canales de información, capaces de superar y alterar el principal pilar de una sociedad avanzada, como es el de la educación. De este modo, se aspira a convertir el edificio del Colegio de Arquitectos, no sólo en un edificio amable que se abre al curioso, sino que invade el espacio ciudadano con imágenes e información arquitectónica para activar al indiferente en la distancia.

LLAMADA

ACOGIDA / TRÁNSITO

FORMACIÓN

CONSULTA

ACTITUDES DEL PEATÓN ANTE LOS ASPECTOS COMUNICATIVOS DEL EDIFICIO

  • EL ENTUSIASTA

sin dudarlo se adentrará en el edificio, para asistir a los actos públicos que en él se desarrollen. Con toda probabilidad, habrá obtenido la información por algún otro cauce.

  • EL CURIOSO

al observar responderá al efecto llamada y se adentrará en el edificio, pudiendo abordar una segunda fase de sensibilización

  • EL INDIFERENTE

Observará, y si bien no se produce un efecto llamada, en su retina se lleva una información que, con el tiempo, requerirá ser ampliada, posiblemente respondiendo al perfil del “curioso”

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